martes, 18 de agosto de 2009

Al que quiere celeste....


Quien anhela obtener algo muy valioso debe estar dispuesto a afrontar su precio, por alto que este sea. El dicho y su moraleja guardan estrecha relación con un mineral, el lapislazuli, que se extrae de unos pocos lugares de oriente. Con el se fabrica un bellisimo color azul, muy resistente a la acción del tiempo, que por su procedencia fue llamado azul de ultramar. La gran rareza del lapislazuli y el alto costo de su transporte hicieron que su valor fuera comparable al del oro. Cuando los papas y los grandes señores del Renacimiento encargaban un cuadro, se estipulaba por contrato cuanta pintura de oro y cuanto azul de ultramar entrarían en la obra. Al mezclarse con blanco, ese precioso azul producía el celeste que origino la expresión.
Pero existe también otra versión sobre ese origen, vinculada con la acepción religiosa de la palabra celeste, equivalente a celestial. En tal caso, serian los sacrificios realizados en la Tierra el precio de la gloria en el Cielo.
Ambas versiones no se contradicen. Y ninguna de las dos deja duda de que cueste y celeste riman con muy justa razón.

1 comentario:

  1. al que quiere celeste, que le cueste y sino que mezcle blanco con azul que da lo mismo jejeje
    Muy bueno saber la historia de esos dichos. Quisiera saber el origen de otros dichos.

    Saludosssss

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